Podemos prevenir la caries ya que se trata de una infección bacteriana. Los padres y adultos a cargo de los niños podemos jugar un papel muy importante en la reducción del riesgo de desarrollo de la caries de la primera infancia y en la protección de la sonrisa y la salud oral del niño.

Nuestra actuación irá encaminada a reducir el riesgo de transmisión de bacterias, comenzar a limpiar los dientes tan pronto aparezcan en la boca y tener precaución si se usa el biberón.
Es recomendable que la dieta no sea abundante en azúcares refinados, evitando los alimentos de consistencia blanda y pegajosa. El peor momento para la ingestión de estos alimentos es por la noche, de ahí la importancia de que se realice un buen cepillado antes de ir a dormir.
La modificación de la frecuencia del consumo es incluso más importante que la cantidad. Se recomienda favorecer el hábito de realizar cinco comidas al día, evitando la costumbre de “picar” entre ellas.
Desde el primer momento, durante la lactancia,
incluso si el bebé se nutre exclusivamente de leche materna, hay que considerar que esta contiene elementos azucarados que podrían llegar a provocar desmineralización del esmalte, pero para que esto se produzca, es necesario que se mantengan en contacto durante más de ocho horas.
Llámanos si tienes alguna duda sobre este tema u otro relacionados con la salud dental de la familia.