La enfermedad periodontal es una afección crónica que afecta a la inserción del diente al hueso. Actualmente es la principal causa de pérdida de dientes en el adulto, a pesar de los avances que ha habido.
La elevada prevalencia de esta enfermedad, hoy en día, sólo se explica por el desconocimiento que hay entre la gente sobre qué es y cómo se trata la enfermedad periodontal o piorrea.
Son dos las principales afecciones que comprende la enfermedad periodontal, la gingivitis y la periodontitis. La gingivitis es una inflamación de las encías que rodean al diente, y la periodontitis, que viene causada normalmente por una gingivitis previa, supone la destrucción del tejido óseo alrededor del diente.
En ambos casos, existen soluciones eficaces que permiten a las personas tratadas conservar todas sus piezas dentarias, incluso, de por vida.
La principal medida es la prevención. Es muy importante el control periódico de la boca ya que la enfermedad periodontal es una infección crónica, no aguda, que va actuando progresivamente. Hay una fase en la que se puede actuar con eficacia sobre ella y salvar los dientes. Sin embargo, si se deja avanzar sin control, llega un momento en el que la pérdida de los dientes se hace irreversible.
A pesar del gran desarrollo que ha habido en la lucha contra la enfermedad periodontal, existen una serie de factores de riesgo que pueden provocar su aparición o agravamiento en caso de que ya exista infección, el más importante es la predisposición individual derivada de la genética de cada individuo.
También son factores de riesgo las alteraciones y los desequilibrios emocionales como la ansiedad y la depresión y los factores generales o sistémicos, referidos a que determinadas enfermedades como la diabetes tipo 1 pueden influir negativamente en la evolución de la enfermedad periodontal.
Se cita al tabaquismo como uno de los factores agravantes más importantes por su relación directa en la destrucción del tejido periodontal, ya que enlentece la respuesta al tratamiento desinflamatorio y a la cicatrización y por esto también afecta al éxito del tratamiento quirúrgico.
El pilar más importante en la lucha contra esta enfermedad es el correcto cepillado de los dientes. El control mecánico de la placa por parte del profesional y por parte del paciente es esencial. Si el paciente no elimina de forma eficaz la placa dental, que se forma cada doce horas, más o menos, será muy difícil lograr una curación completa de la enfermedad periodontal.
En este sentido es muy importante que siga las indicaciones que da el especialista para efectuar una adecuada limpieza de los dientes y las encías.
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