La lactancia materna, además de ser el mejor alimento que una madre puede ofrecer al recién nacido, ofrece grandes beneficios para el correcto desarrollo de la boca y de los maxilares.
La lactancia materna favorece la respiración nasal y la posición correcta de la lengua, estimula el crecimiento maxilar y el desarrollo de la mandíbula. El amamantamiento favorece una correcta ejercitación de los músculos de la cara, esto contribuye a que el niño desarrolle correctamente el patrón masticatorio y deglución adulta.
Pero existe una relación entre la lactancia materna prolongada, que induce la aparición de caries precoz en niños con alta predisposición a padecer caries, especialmente en los casos de lactancia a demanda durante la noche.
La leche materna por sí sola, no resulta cariogénica, sin embargo, hay estudios que afirman que, administrada con una alta frecuencia por la noche o a demanda del niño, se asocia a caries tempranas. Estas caries se desarrollan tan pronto como el diente hace erupción, aparecen en superficies lisas, y progresan rápidamente hasta tener un impacto ampliamente destructivo en el diente.
Se recomienda no prolongar la lactancia materna a demanda durante la noche desde que le erupcione el primer diente al niño.
Es importante visitar al dentista infantil desde que el niño tenga el primer diente en boca para un diagnostico precoz, evaluación del riesgo de caries y de maloclusión asociada a hábitos.
En GRUPO IHP) estamos a tu disposición para cualquier consejo que necesites de la salud dental de tu bebé.