El dentista infantil (odontopediatra) debe revisar al niño desde el primer año de vida, incluso antes de que salga su primer diente.
Ya que el odontopediatra no sólo se encarga de curar las caries, sino que revisa los frenillos, la posición de los maxilares, las funciones orofaciales (respiración, deglución, masticación y fonación) y los hábitos (chupete, chuparse el dedo, el labio, bruxismo, etc.).
Además en cada fase del desarrollo del niño hay que evaluarlo, porque los niños están en continuo cambio.